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Hacia algún tiempo, dos años quizás, percibí una especie de "señal" de que todo lo que acontecía a mi alrededor estaba cambiando, y nunca volvería a ser igual.
Pasado algún tiempo me di cuenta de lo que cambiaba no era el mundo, si no la manera que tenia de percibir yo ese mundo, "mi mundo"
Me encontraba en una edad en la que los seres humanos nos dedicamos a crecer y a percibir cambios, a ver la vida como la realidad que es y no como un todo perfecto.
Darme cuenta de esa realidad se me hizo bastante insoportable y me costó acostumbrarme, hoy por hoy creo que puedo decir que soy una persona llena de buenos valores y aunque tiendo a estar con ese gran pesimismo que me persigue por la vida termino encontrando las cosas buenas. Crecemos y sólo queremos obtener las cosas buenas de hacernos mas personas, pero a todos antes o después nos toca afrontar algún problema de adultos antes de estar del todo preparados para ello, porque no nos consideramos como ellos,¡somos jóvenes!, pero por dentro valemos mucho mas de lo que pensamos, y hay personas que ayudan a intensificarlo.

La luna, las noches...

Mil y una noche, eso es lo que nos queda, porque las noches siempre serán eternas porque ¿quien no ha vivido una noche de intensas conversaciones infinitas?, ¿quien no ha estado cientos de noches planteándose el futuro?, y dime, ¿quien no ha deseado una noche inolvidable con alguien? Y es que hay momentos mágicos que son para vivirlos cuando la luz del día se nos escapa de entre los dedos y una noche se vuelve eterna..."